“Cuando nuestra propiocepción funciona adecuadamente podemos ajustar nuestra posición y postura de manera automática. Así, podemos asumir y mantener posiciones óptimas para las actividades diarias como sentarnos en una silla para trabajar, sostener utensilios como un lápiz o un tenedor de manera correcta, saber cómo moverse a lo largo de un pasillo para no chocar con las cosas, saber qué distancia debemos mantener con las personas para no estar demasiado cerca o demasiado lejos de ellas, planificar cuánta presión hay que ejercer para no romper la punta de un lápiz o un juguete, o bien corregir acciones en las que no estamos teniendo éxito como por ejemplo, arrojar una pelota sin dar en el blanco, o dar un salto a la piscina y caer de golpe.” Entre muchos otros ejemplos más. Así que podemos imaginarnos las dificultades en las Actividades de la Vida Diaria que pueden surgir si este sistema no funciona adecuadamente y no somos capaces de integrar las informaciones de nuestro propio cuerpo, el esfuerzo que nos supondría estar constantemente compensando con la visión y/o readaptándonos por no estar seguros de “cómo y dónde” está nuestro cuerpo. Zoe Mailloux:
Sensaciones primarias que informan al cerebro sobre la posición y el movimiento del cuerpo (sensaciones de músculos, tendones, ligamentos y fascia). El sistema propioceptivo esta integrado con las sensaciones táctiles (los receptores de la piel contribuyen a la percepción del movimiento y la posición del propio cuerpo así como el mundo exterior) e integrado con las funciones del sistema vestibular (postura, coordinación, estabilidad, equilibrio).
Funciones generales del sistema propioceptivo:
- Detección de posición y movimiento articular.
- Sensaciones de esfuerzo, fuerza y pesadez que acompañan el movimiento activo.
- Sensaciones relacionadas con el momento de la acción.
- Orientación del cuerpo.
¿Qué signos pueden indicarnos problemaS en el sistema propioceptivo?
- Tiene un patrón de búsqueda de actividades que impliquen saltar, empujar, golpear, chocar, etc. ¡no para!
- Agarra objetos, instrumentos, juguetes… con demasiada fuerza.
- Aplica demasiada presión al escribir, rompe el papel.
- Le gustan las actividades como los “abrazos de oso”.
- Rompe cosas o hace daño a otras personas, pero porque parece no controlar su fuerza.
- Parece no juzgar adecuadamente el peso de los objetos.
- Puede andar pisando muy fuerte o tener la necesidad de dar patadas o zapatear contra el suelo cuando se sienta en el pupitre.
- Puede gustarle que le arropen fuerte en la cama o tener preferencia por las ropas ajustadas.
- Se lleva objetos, ropas… a la boca para morderlos.
- Puede parecer débil, torpe, con una musculatura “blandita” o con tendencia a caerse.
- No parece percibir cambios posturales en su cuerpo.
- Dificultad para subir y/o bajar las escaleras.
- Puede tener resistencia a adquirir nuevos patrones motores.
- Se puede mover como de forma rígida o descoordinada.
- Pueden ser incapaces de mantenerse sobre un solo pie y tener dificultad con las tareas de equilibrio.
- Puede tener dificultad en el manejo de objetos pequeños, como por ejemplo los cierres de las prendas.
En el sistema propioceptivo podemos encontrar dos tipos de problemas: pobre discriminación propioceptiva y Búsqueda de sensaciones propioceptivas.

¿Qué signos pueden indicarnos pobre discriminación propioceptiva?
- Falta de conciencia de la posición del cuerpo.
- Parece desconocer la posición general del cuerpo o la ubicación de las partes del cuerpo en relación entre sí.
- Intenta manipular objetos o mover el cuerpo de formas extrañas e ineficientes.
- Tono muscular bajo en relación con la mayoría de los niños.
- Los músculos parecen suaves.
- Calidad de movimiento algo floja.
- Puede apretar o «arreglar» las juntas para mayor estabilidad
- Dificultad para calificar la velocidad o la fuerza del movimiento con precisión
¿Qué signos pueden indicarnos búsqueda de sensaciones propioceptivas?
- El niño con frecuencia inicia conductas de movimiento que generan una intensa entrada propioceptiva.
- Ejemplos:
- Acciones motoras gruesas frecuentes e intensas: salta o camina con fuerza
- Acciones contundentes con objetos: golpes, lanzamientos, tirones o empujones con fuerza; cae o choca con objetos o personas
- Intensas acciones motoras orales: morder o masticar alimentos duros u objetos no comestibles.
- Conductas auto-estimuladoras: golpea la cabeza, muerde las manos, aletea las manos, postura inusual de los brazos
- Los comportamientos pueden ser etiquetados como agresivos o destructivos.