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Procesamiento sensorial: SISTEMA TÁCTIL

Nuestro sistema táctil nos aporta información sobre lo que estamos tocando. Es el primer sistema sensorial en madurarse en el útero. Nos aporta sensaciones a través de los receptores localizados en nuestra piel, articulaciones y órganos viscerales, además de variedad de tipos de receptores que detecta el entorno como la presión, la temperatura y el dolor. Diversidad de tipos de receptores nos permiten información adecuada para apoyar la capacidad de interpretar el mundo y mantenernos a salvo. Desde nuestro desarrollo más temprano este sentido es crucial ya que nos ayuda a ganar consciencia sobre nuestro cuerpo y a entender todo lo que vemos.

Funciones generales del sistema táctil:

  • Vinculación emocional.
  • Regulación de la emoción y la excitación.
  • Detección y percepción de objetos y materiales que entran en contacto con la piel.
  • Evoca una acción protectora y exploratoria.
  • Contribuye al desarrollo del esquema corporal y la praxis.
  • Asociado con la coordinación motora fina: un papel importante en la manipulación de objetos, como el uso de herramientas.

Una buena integración de las informaciones que nos llegan desde nuestro sentido del tacto (junto con los otros sentidos) es fundamental para poder tener un desempeño adecuado en nuestro día a día.  Cuando existe desorden de modulación sensorial podemos encontrar niños hipersensibles o hiposensibles al tacto. Nuestra piel está íntimamente relacionada con nuestras emociones, de forma que uno de los grandes problemas que tienen estas personas es que atribuimos algunas de sus reacciones a cuestiones conductuales. Estos niños no tienen un berrinche porque quieran fastidiarnos, sino porque no están siendo capaces de integrar y modular una sensación.

¿Qué signos pueden indicarnos un problema de hipersensibilidad o defensibilidad táctil?

  • Busca presión profunda o propiocepción intensa.
  • Busca entrada táctil bajo su propio control.
  • Evita tipos específicos de estímulos táctiles como la arena, arcilla, pintura de dedos…
  • Se vuelve sobreexcitado, agresivo o retraído con la experiencia táctil.
  • Rechaza alimentos de texturas particulares (puede tener arcadas o arcadas al probarlos).
  • Evita tocar cosas con las manos abiertas.
  • Prefiere tocar a ser tocado.
  • Prefiere que le “aprieten” (por ejemplo que le den un abrazo firme) a que le toquen suavemente.
  • Se resiste a la ropa nueva.
  • Le molestan las etiquetas, ciertos tejidos y/o las costuras de su ropa.
  • Podría incluso llegar ropa de manga larga cuando hacer calor para evitar exponer la piel.
  • Le molestan las costuras de los calcetines. Puede evitar incluso llevarlos.
  • Le disgustan las Actividades de la Vida Diaria que tienen que ver con el peinado, cepillarse los dientes, ducharse, lavarse la cara, cepillarse el cabello, cortarse las uñas…

¿Qué signos pueden indicarnos Problema de percepción táctil (también llamado problema de discriminación táctil)?

  • Dificultad para discriminar o interpretar estímulos táctiles.
  • El niño no manipula el objeto en su mano durante la prueba de percepción de forma manual, o durante un juego informal para «adivinar ¿Qué tienes en la mano? (sin uso visión).
  • Dificultad para localizar el tacto sin visión.
  • Dificultad para reconocer objetos usando solo el tacto.
  • Dificultad con la coordinación motora fina.
  • Descoordinación general.
  • Confianza excesiva en la visión para guiar las acciones.
  • Puede tener problemas del habla o de la alimentación si las estructuras orales están involucradas.

“Es necesario saber que por imposible que parezca, una misma persona puede fluctuar entre la hipersensibilidad y la hiposensibilidad según el momento o la situación, es decir, que en ciertos momentos tolere ser acariciado y disfrute, y en otros momentos reaccione negativamente.”